Gustavo Merino Fombona*
Sabemos los infinitos
imposibles de las utopías primarias hermanas de las quimeras, mucho más cuando
se pretende trasladar la lírica a la interacción humana. Tarea inmensamente
ilusoria de realizar. Sin embargo, en una conferencia reciente, disertada en la
sala principal de La Casa del Artista, estallaron en presencia y argumentos más
de trescientos estudiantes de liceos y universidades del área Metropolitana de
Caracas, debatiendo con linternas inquietas sobre Cultura-Patrimonio Cultural y
Poesianismo: este último término es la aplicación de la
arquitectura-edificios-ciudades desde poemas exactos nutridos con la
parasociología espiritual de las comunidades, ya con dos obras realizadas bajo
esta óptica en Venezuela.
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| Caligrama, poesía para mirar y contemplar además de leer. |
Mientras conferenciaba e
intentaba mostrarles mi tenue creación del Poesianismo, escudriñaba en
indetenibles preguntas, inquietudes y motivaciones, aspectos inesperados. ¿Será
posible que la poesía transdisciplinaria motive a las nuevas generaciones? Es
un paradigma con cataratas de dudas, pero nunca se debe dejar de apostar en
ello. Guillaume Apollinaire (1880-1918) el primero en utilizar el surrealismo y
surrealista. Ingenió los vocablos en 1917 motivado por el estreno de su obra
teatral Las Tetas de Teresia, a la que calificó de drama surrealista.
A. Breton retomó el surrealismo en su Manifiesto de 1924. Mencionó
Apollinaire que la poesía residía en el amor y lo demostraba con este poema
secreto a madelaine, su amada:
“…mi
boca será de ti un infierno de dulzura,
los
ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,
mi
boca será crucificada…,
tu
cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus
ojos entonces se cargarán de todo el amor que se ha reunido en las miradas de
toda la humanidad desde que existe…”.
Levitemos la razón y el
sentir, supongamos poder visitar una urbe erigida en paseos, parques, espacios
del deporte, el intelecto y el alma, paisajismos, plazas, caminerías longas,
esculturas-manás de elefantes que muestren tacto y dignidad humana desde este u
otro poema. ¿Será en mil generaciones cuando se construyan un millón de
ciudades desde los versos de los amores? Empezamos con la primogénita juventud
poesianista con lenguas de nueces y mieles de su intento.
*Profesor
UCV-Unimet
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