Humanismo Venezuela

Situémonos en el amanecer de bosques mágicos con infinitos e inmortales araguaneyes, obvio que se conmovería el planeta de modo certero y con noble guía.

Al tocar sus flores circularían luceros y astros reyes en nuestras manos sin quemarnos, procurando descifrar misterios naturales y de existencias. Ese intento supremo y sus connotaciones orgánicas son una debida bitácora para diluir incertidumbres y consolidar los paradigmas evolutivos de la vida.

Las líricas y sus venas, tales como las metáforas vivas, son traducciones para expresar épocas de alumbramientos necesarios y que han apuntado hacia la humanización y sus paroxismos. Pero son temporadas excepcionales en la historia humana igual que en la naturaleza como el araguaney que sólo florea unos días en todo el año, el pasado nos las muestra. Por ejemplo, Voltaire de los siglos XVII y XVIII mencionó que los ciclos supremos civilizatorios fueron Pericles la macroenergía helénica, los emperadores César y Augusto, el Renacimiento europeo y el siglo de Luis XIV del que bebió vivencialmente. Para describir sólo uno, bien edificó Pericles, hombre probo y virtuoso, cuatro siglos antes de Cristo, la era de las artes y la literatura, honrado por el historiador Tucídides como el primer ciudadano de Atenas, su siglo de oro erigió la Acrópolis ateniense, magnánima urbe cultural, entre muchas otras magias, con los mejores maestros, escultores, arquitectos, filósofos, escritores, dramaturgos, cosecha dorada griega y timón de la culturalidad occidental. Es injusto abreviar aquí las hazañas de los demás en este parco espacio. Pero todos sobresalieron en el ejercicio cultural, égida esencial junto al oxígeno político-económico-militar y ciudadano. Acentuaron el hecho cultural y poético, buscando sus profundidades, para transitar felicidad en el núcleo del corazón social a partir del don gerencial. 

La orquídea, la luna, la flor, el manantial en el sentir poblacional. Por esto es principalísimamente importante que algún territorio o República en el mundo debe moralmente labrar un resplandor cultural y no países mecánicos de alma y en proceder. Entonces: humanismo Venezuela. Humanismo mediante la gran gaviota cultural o disecaremos una oportunidad de oro y de sol.

Gustavo Merino Fombona

Profesor UCV/Unimet  

Fuente: Últimas Noticias

Publicado: Alejandro Rivas

Caracas, 14/01/2013