Dr. Gustavo Merino Fombona*
En Venezuela los ligados a la sangre en actos delictuales y de protestas ensangrentadas, progubernamentales, de oposición o civiles, son capitos en formación
Me imagino un gabinete ejercido por el mono Congo y sus retoños, además con dotes artísticos como refirió Desmond Morris que indagó en El hombre desnudo a seres modelados desde el estructuralismo de los zoológicos. Picasso mandó un mensaje al pueblo civilizado y compró un cuadro realizado por el chimpancé sofisticado.
No nos volvamos optimistas que no muchos cromañones son integrales. Probablemente no nos vaya mejor en el ejercicio del poder público-político-privado y derivado en el globo. Pero nos sentiríamos psicológicamente más sanos, conscientes de que a estos animalitos se les dificulta el uso del lenguaje abstracto y el objetivo complejo para justificar sus decisiones.
La Tierra y sus gobernantes siguen invirtiendo en megaparques bélicos mientras el alma colectiva se momifica en el detenimiento de la evolución compuesta. Libros como El mercader de Venecia de Shakespeare y La caverna de Saramago explican el letargo incivilizatorio de la conducta subhumana, casi antropológicamente inmodificable en las sociedades contemporáneas bárbaras y violentas. Mucho anhelo contenido en la Academia de Platón y el Liceo de Aristóteles sigue intacto.
Si tasamos hoy la unión de lo normativo y lo brutalmente ilegal identificamos el ancla. Ejemplo la captura del tal Chapo Guzmán, un átomo de Einstein para comprender el cosmos de carne y hueso, el narcomonstruo, su captura no se relaciona a la droga sino a organizaciones criminales -ya lavó sus ingresos como macrocapo y poseía casi 300 empresas en más de una decena de países con ramificaciones inconfesables- profundicen. Higienizándose creó entes filantrópicos de ecología y genética; comunidades solicitan su liberación porque gobernaba mejor que los políticos dando regalos provenientes de crímenes a multitudes. Seguro buscaba su filantropía en herencia para clonarse en masa.
En Venezuela los ligados a la sangre en actos delictuales y de protestas ensangrentadas, progubernamentales, de oposición o civiles, son capitos en formación. La salida al mundo y a mi terruño es la producción de más países educados e ilustrados que al poderío de una máquina aterradora que produce pantanales en sus esferas y códigos, se cuelen seres apreciables de mayor rango cultural al victimario poder.
*Profesor UCV/Unimet/Ulac
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Publicado por: Oscar Flores